Mantenimiento, lavado, aspirado y perfumado. Una agradable forma de divertirse y halagar a papá. Algunos consejos para tener un vehículo reluciente cada semana.
Dejar a punto el auto de papá luce como una tarea divertida y muy fácil de realizar en familia. Una jornada soleada de domingo, puede resultar la más adecuada para que el vehículo quede listo y flamante al iniciar la semana de trabajo. La mejor forma de ahorrar agua es lavar el auto con una cubeta.
El uso de manguera suele funcionar solo con mecanismos de ahorro de agua y control de presión. Se inicia con una limpieza total del interior, extrayendo todo tipo de cosas ajenas al ambiente vehicular.
Se recoge la basura y se sacan las moquetas, se sacuden y se colocan debajo del auto. Se pasa la aspiradora de mano o se esfuerza para emplear la de casa, pues esas «basurillas» debajo de los asientos suelen escabullirse al repaso de una escoba o cepillo. Una esponja húmeda ayudará a limpiar manijas, volante, palanca de cambios y tablero.
Una roseada jabonosa limpiará los cristales y espejos; el enjuague y secado garantizan evitar incómodos reflejos solares y sobre todo nocturnos en el parabrisas frontal.
Accesorios Indispensables:
- Cubeta de un galón de capacidad
- Cubeta pequeña para enjuague
- Trapo de algodón o franela (camiseta, media gruesa o pijama, genial con el tradicional waipe, restos hilados de telas)
- Escoba plástica
- Esponja de platos
- Aspiradora
- Shampoo
- Jabón líquido
- Detergente
- VIDRIOS A LA VINAGRE Colocar un poco de jabón líquido en la cubeta, llenar de agua y mezclar con las manos para poder lavar los cristales.
El caucho de los limpia parabrisas (plumas) se limpian con una esponja de platos humedecida en jabón líquido o detergente. Los cristales se asean con una mezcla espumante, se enjuagan y secan con papel limpio (preferible usar paños de tela).
Al tanque surtidor de agua para humedecer el parabrisas, se le puede agregar un par de tapitas de vinagre y listo. La limpieza de los cristales está asegurada en el peor de los aguaceros
- EL EXTERIOR, SOLO CON SHAMPOO Un chorrito de shampoo y bañarlo a presión con agua, en una cubeta, servirá para lavar el exterior del vehículo.
Entonces, con un paño de algodón se logra limpiar sin lastimar la pintura. Se recomienda limpiar, de inmediato enjuagar y lo más pronto secar, para evitar que los rayos solares lo hagan, pues las gotas de agua suelen acelerar procesos corrosivos y de desgaste.
Mucho ojo, evitar detergente de ropa para lavar la carrocería, pues sus agentes limpiadores son muy dañinos contra la pintura y por sus microcristales suelen rayar la cubierta del vehículo.
- NEUMÁTICOS DE PAQUETE Las gomas y los aros se limpian con detergente, escoba plástica o cepillo (para el labrado) y la esponja de platos para el contorno, a fin de dejar un brillo especial.
Similar tarea con las moquetas, que son las últimas en atenderse, por ello se las toma bien húmedas después de haber soportado el lavado del auto. Eso suaviza cualquier adherencia y facilita su aseo. Para alargar la vida útil de las gomas, cada 6.000 km de recorrido se recomienda una rotación de neumáticos, los de atrás adelante; una vez de frente y otra cruzado.
Revisar y mantener la presión de aire cada mes y antes de viajes largos, pero con un recorrido de pocos kilómetros.
- CON EL AROMA QUE GUSTE A PAPÁ En el mercado hay aromatizantes de todos modelos y formas.
Habrá que ubicar la fragancia que más agrada a la familia y sobre todo a quien pase más tiempo al volante. Un mecanismo de larga duración de gratos aromas son velas aromáticas alojadas en la guantera, los costados de los asientos o el maletero.
- VIDRIOS A LA VINAGRE Colocar un poco de jabón líquido en la cubeta, llenar de agua y mezclar con las manos para poder lavar los cristales.